sábado, 31 de mayo de 2008

Hacer ejercicios, ¿En qué me beneficia?


Sin duda nuestro ser corporal está signado por nuestro ser social, inmerso en una cultura como nunca antes globalizada que tiende a pautar lo idóneo en cuanto a nuestros hábitos y prácticas corporales. Pensamos que somos libres de elegir estar sanos, ágiles y en forma, pero el ser social convierte este ámbito en el deber ser de iconos, símbolos y modelos modernos a seguir e imitar.

"Estar en forma" se ha convertido en un lema más de las industrias de la salud, y no extraña observar la proliferación de nuevas y mágicas propuestas de rutinas gimnásticas disponibles tanto en revistas como en gimnasios. La Actividad Física sólo se traducirá en una mejor calidad de vida si es realizada en un marco de verdadero cuidado de la salud de cada persona.


Actividad Física y Salud, sus Beneficios

Cuando nos preguntamos: ¿qué ejercicio debo realizar para obtener mejores resultados? respondemos que la importancia no está en la Actividad Física sino en cómo se lleva a cabo.

Lo que refleja que lo fundamental es tomar en cuenta las necesidades y posibilidades de cada persona. Para poder empezar a comprender los beneficios de la Actividad Física señalaremos su incidencia a distintos niveles: óseo-articular, muscular, cardiovascular, respiratorio, metabólico y psicosocial.

-Nivel Óseo y Articular: se producen mejoras en la composición ósea, aumentando principalmente la vascularización y la retención de minerales. Estructuralmente, aumenta la masa ósea y se fortalecen los elementos constitutivos de la articulación (cartílago, ligamentos, etc.)

-Nivel Muscular: aumenta la cantidad de las proteínas en el músculo, fortaleciendo estructuralmente las fibras musculares y tendones. Funcionalmente, hay una mayor fuerza y resistencia, aumento y mejora de la actividad energética, mayor elasticidad y mejora de la coordinación motriz (sistema nervioso)

-Nivel Cardiovascular: estructuralmente, se refuerzan las paredes del corazón y aumenta su masa muscular. Respecto a los componentes, se da un aumento de glóbulos rojos, hemoglobina que transporta el oxígeno, mitocondrias, mioglobina y elementos defensivos (leucocitos y linfocitos). Disminuye la frecuencia cardíaca, con lo cual el corazón se cansa menos al realizar una actividad. Estando en reposo, evita la acumulación de sustancias negativas (grasa) en las paredes de las arterias, mejora la circulación.

-Nivel Respiratorio: aumento de la fuerza, resistencia y elasticidad en los músculos y órganos que intervienen en la respiración; amplía el volumen de la respiración disminuyendo el número de respiraciones por minuto.

-Nivel Metabólico: la actividad física hace aumentar el HDL ("grasa buena") y disminuye el LDL ("grasa mala"), mantiene correctamente los niveles de glucosa y mejora la actividad desintoxicadora.

-Nivel Psicosocial: quien se habitúa a realizar actividad física, suele tener un mayor bienestar general consigo mismo y con los demás. Ayuda a descargar tensiones de diverso tipo y a aportar alegría, diversión y confianza en sí mismo. Produce importantes modificaciones en la personalidad, tales como estabilidad emocional, autoestima, extroversión, se modera la indefensión y la impotencia, mejorando igualmente la "percepción de sí mismo." Los trastornos de ansiedad (generalizada, trastorno fóbico, trastorno obsesivo compulsivo) mejoran ostensiblemente con la práctica del ejercicio físico. Los diversos síntomas de tensión, inquietud, excitación del sistema nervioso autónomo, disminuyen significativamente con la práctica persistente del ejercicio físico. En lo que respecta a la depresión, se ha podido constatar un efecto antidepresivo de la actividad física. Al mejorar la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la "imagen corporal" y la sensación de bienestar, se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental.

Los programas de actividad física deben proporcionar relajación, resistencia, fortaleza muscular y flexibilidad. Suponen no sólo la prevención de enfermedades sino que, en una acepción más amplia, se convierten en factor primordial de la calidad de vida. Se pretende mejorar de forma armónica y equilibrada el rendimiento motor que lleve a incrementar su disponibilidad física. El equilibrio personal, las relaciones que se establecen con el grupo, la liberación de tensiones a través de la actividad y el combate al sedentarismo, son elementos relevantes de esta contribución a la salud y calidad de vida. Cuando realizamos actividad física no sólo estamos actuando sobre nuestro cuerpo, sino que eso repercute, en el conjunto de nuestro ser, ya sea a nivel químico, energético, emocional, intelectual, etc. Estos beneficios son actualmente reconocidos y avalados por las investigaciones realizadas por la medicina deportiva.

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